“Lo esencial es invisible a los ojos” Antoine de Saint Exupery
“Si tu vida tiene un porqué, podrás sobrellevar cualquier cómo” Nietzsche
La aventura de crecimiento personal que estoy viviendo desde hace algunos años me ayuda, no sólo a conocerme mejor a mí misma y a empatizar con los demás, sino también a identificar los valores que para mí son importantes y a entender, a través de ellos, cuál es mi lugar en el mundo.
La práctica del Mindfulness me ha permitido reencontrarme con una espiritualidad más allá de dogmas, credos y maestros. Para mi sorpresa, la atención plena está permitiendo que me reconcilie con mi propia espiritualidad. Aunque pueda resultar paradójico, al observar con atención hasta lo que pueda parecer más insignificante, he aprendido a separarme del diminuto microcosmos en el que se cuece mi vida y a verla como algo más que una serie de rutinas laborales, sociales y familiares. Vivir plenamente el presente me ha ayudado a saber distinguir, en cada encrucijada, qué es lo que contribuye a mi desarrollo personal y qué es lo que lo dificulta.
Gracias a la atención plena, día a día y momento a momento, de una manera que ni yo misma consigo explicar, he ido tomando consciencia de la armonía universal y del equilibrio de fuerzas que la hacen posible, dándome cuenta de que formo parte de un gran milagro. Lo que estoy descubriendo a través de mis propias experiencias es el sentido de mi vida y la manera de vivirla con la intensidad y conciencia que merece, enfrentándome así también al sentido de la muerte.
He conseguido comprender que soy única y, al mismo tiempo, no soy más importante que una brizna de hierba.
Mi propuesta: Reflexiona sobre tu propia espiritualidad, más allá de lo que te han inculcado. Descubre cuál es tu proyecto personal, lo que tú puedes aportar al mundo, cuáles son tus propios valores. Trata de encontrar el sentido de tu vida, el que de verdad te hará sentir, cuando llegue el momento de irte, que ha valido la pena vivirla.